
Conmovidos por las condiciones en que se encontraba, John y Ace decidieron comprarlo y llevárselo para su apartamento; más tarde instalaron al león en el sótano de una tienda de muebles llamada Sophistocat, situada en Chelsea, lo llevaban a comer a un restaurante llamado Casserole y jugaban con el en el patio de una capilla.
El pequeño león que no pesaba más de 35 libras, fue bautizado con el nombre de Christian. Después de un año y cuando el león llegó a pesar 185 libras, sus amos decidieron llevarlo a vivir en un lugar mucho más idóneo. En una oportunidad John y Ace conocieron a Virginia McKenna y Bill Travers, quienes les sugirieron que dejaran al cachorro a cargo del naturista George Adamson, quien tenía un orfanato para gatos salvajes en el Parque Nacional de Kora, en Kenia.
En 1974 John y Ace, regresan a Kenia para visitar a su amigo por última vez; de este reencuentro entre los australianos y el león es que data este precioso video, por todos quienes creen en el amor incondicional entre los amos y sus mascotas, y lo ponen como modelo a seguir para nuestros semejantes.
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