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lunes, 24 de mayo de 2010

Nacimiento de un delfin

De las treinta y siete diferentes especies de delfines que existen en nuestros mares y océanos, como mamíferos que son, todas tienen en común un mismo sistema de reproducción, el cual consiste en una primera etapa de cortejo y posterior apareamiento. Hasta aquí, nada diferente de cualquier otro mamífero.
La frecuencia y ciclos de reproducción varían en todas las especies, ya que éstos dependen de la zona donde habiten. Centrándonos en la especie más conocida de delfín, la "Tursiops truncatus" o “nariz de botella”, las hembras suelen ovular entre 2 y 4 veces al año, dependiendo mucho de la situación geográfica, ya que a la ovulación afecta la temperatura del agua, la alimentación, la emigración y la invasión o intromisión en sus zonas de otras especies o grupos de cetáceos.

Los delfines son polígamos y bisexuales. La actividad bisexual de las hembras es más frecuente en la gestación, mientras que en los machos, durante la lucha jerárquica los delfines son polígamos, siendo los machos dominantes quienes tienen preferencia en la elección de las hembras.

Cuando en el orden jerárquico la dominante es una hembra, ésta es la que elige el macho que la ha de copular; durante los cortejos existen las peleas entre machos e incluso entre las propias hembras, pudiendo llegar a ser muy agresivas. Evidentemente, la copulación tiene lugar mediante la penetración de la parte genital del macho en la parte genital de la hembra.

Curiosamente se ha observado que el apareamiento o penetración se desarrolla siempre a poca profundidad, teniendo como hipótesis a este comportamiento el de evitar la presión del agua en el momento de la eyaculación; de este modo, se impide la entrada de agua en la cavidad vaginal de la hembra, ya que si esto se produjera, sería negativo para el resultadode la gestación.

Las hembras, una vez que ha comenzado el curso reproductor,desde que se queda preñada hasta que termina su período de alimentación del neonato, permanece en un estado de "estro" (no ovulación). Sumándose esta situación a las ya mencionados anteriormente (alimentación y temperatura del agua) se puede deducir que la ovulación en las hembras de esta especie es "voluntaria".

Analizando los ovarios de una hembra es posible determinar cuántas ovulaciones se han producido hasta el momento, ya que cada folículo que se desprende deja una cicatriz en el ovario. Por regla general, es el ovario derecho el que ovula, siendo las ovulaciones en el ovario izquierdo escasas.

El período de gestación de esta especie es de 48 semanas. Durante el primer tercio de la gestación las hembras mantienen una
actividad normal en su vida social, manteniendo una actividad sexual muy activa (dependiendo de las circunstancias anteriores).

Dentro del aspecto sexual de esta especie de delfines hay que mencionar que, al hecho de ser polígamos hay que sumarle también el de la bisexualidad, tanto en las hembras como en los machos, siendo frecuente esta actividad sexual entre las hembras durante el tiempo de gestación. En los machos se suele practicar en la lucha jerárquica como sumisión de los machos dominados, dejándose éstos penetrar por los machos dominantes.

El comienzo del parto se caracteriza, entre otros aspectos, por una ampliación de las apneas, mayor relajación, aumento de las flexiones y pérdida brusca de apetito. En centros controlados (Delfinarios), el modo de detección del momento de gestación de los delfines se efectúa en primera estancia por la sangre, a través de un recuento de la hormona progesterona.

Esta hormona permanece estable cuando no hay ovulación (0,01 nmol/l), variando alza su presencia en sangre cuando la hembra entra en ciclo de ovulación (de 1.5 a 5.0 nmol/l); como indicativo de gestación, la presencia se multiplica por 10, detectándose unos valores de más de 35/40 nmol/l. Como medida de prevención, en este sistema de detección se suelen realizar 3 mediciones consecutivas con un intervalo de 15/20 días cada uno de ellos; si consecutivamente los resultados son positivos, hay un 90% de probabilidad de gestación.

El restante 10% se aplica a riesgos de alteraciones en el sistema reproductor de la hembra, debidos, con frecuencia, a quistes ováricos. El siguiente paso del proceso de confirmación de un estado de gestación de una hembra delfín es la realización de una ecografía, la cual se realiza en el agua posicionando a la hembra de forma voluntaria en el borde de la piscina recostada lateralmente, y, sirviendo como apoyo las piernas de un entrenador, se acomoda para pasar la sonda del ecógrafo.

Este comportamiento médico de los delfines es uno de los muchos comportamientos a los que diariamente se les entrena, siendo su respuesta muy positiva cuando se les requiere para ser ejecutada en realidad.

En nuestro delfinario, todo el grupo de delfines está entrenado con un amplio repertorio de comportamientos médicos voluntarios. Practicar esta técnica ayuda a controlar y detectar fácilmente alteraciones en la salud del grupo de delfines. Los comportamientos médicos más importantes a los que tenemos entrenados a los delfines son: extracción de sangre, heces, jugo gástrico, mucosidad del espiráculo, posición de ecografía, chequeo físico en seco y auscultación de la zona pulmonar.

Durante el tiempo de gestación no se le suele aumentar mucho la alimentación ni administrarle ningún tipo de refuerzo vitamínico. Por el contrario, posteriormente al parto, se aumenta un 50% su alimentación, reforzándose su dosis de vitaminas y ampliando algunos componentes, como la dosis de calcio. A partir del 5º mes de gestación, en los centros controlados se les retira de ejercicios de riesgo, como los giros violentos o las salidas bruscas a zonas secas del delfinario.

¡La hora del parto se acerca! Los síntomas se aprecian por unos comportamientos y datos muy genéricos: amplían sus apneas y su estado de relajación, comienzan a aumentar el número de flexiones, aumenta la distancia entre las glándulas mamarias (medidas a diarios durante las últimas 4 semanas de gestación), aumenta uno o dos grados su temperatura anal, la cual es registrada también http://www.obstare.com/.

A diario y, por último, aparece una brusca pérdida de apetito uno o dos días antes al parto. El primer signo del comienzo del parto es la rotura de aguas, que se acompaña en pocos minutos (de 2 a 5) de la presencia de la puntita de la aleta caudal (la cola) de la cría. El tiempo que dura el parto es variable, tomándose como dato genérico 45 minutos desde la rotura de aguas a la salida de la cría por completo. Se han dado casos (algunos con nuestros delfines) de una duración superior a las tres horas. En ellos, y si es posible, se le aplica a la hembra oxitocina, la cual le ayuda en el proceso de dilatación.

La cría, una vez que sale por completo y se desprende del cordón, sube instintivamente a la superficie para respirar por primera vez; es impresionante contemplar cómo un ser recién nacido tiene asumida esa cantidad de instintos de supervivencia: tiene que nadar para subir a la superficie; a su vez, tiene que percibir el aire para que le despierte el instinto de respiración, tiene asumido el instinto de la orientación, sabe que ha de subir para respirar, no bajar.

Al nacer, las crías suelen pesar entre 12 y 15 kilos y miden entre 120 y 150 centímetros. A las pocas horas de nacer, entre 3 y 4, la cría comienza a posicionarse para buscar las mamas de la madre y recibir el calostro; este proceso se compenetra con la ayuda de la madre, posicionándose lateralmente para facilitar a la cría la localización de las glándulas mamarias.

La regularidad con la que la cría mama en sus primeros días de vida es muy continua y regular, estableciéndose unos registros de 5 a 8 minutos de succión cada 20 ó 25 minutos. En el tiempo, estos registros se amplían tanto en la succión como en la frecuencia, y, por supuesto, en la cantidad de alimento que recibe.


La duración de la lactanciaes muy relativa, tomándose como dato genérico de 9 a 14 meses, aunque puede ampliarse hasta los 24 ó 36 meses en algunos casos.

La alimentación sólida de las crías es uno de los procesos más delicados de la reproducción, ya que supone una alteración muy brusca de su aparato digestivo. En nuestro delfinario lo desarrollamos a partir del 4º o 5º mes, introduciendo en la piscina una cantidad abundante de pescado de tamaño reducido para que las crías imiten a las madres y de esta forma comiencen a testar y deshacer sus primeros pescados hasta que poco a poco comienzan a tragar; paulatinamente empiezan a perder el interés por la leche materna e interesarse más por la alimentación sólida (pescado).

Fuente: Delfinario Aqualand de Tenerife

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