Delfines como sanación contra el cáncer

La explicación de estos singulares cambios fisiológicos en las personas que están cerca de estos animales podría encontrarse en el efecto que tiene el sónar de los delfines, que es de tal potencia que podría provocar un fenómeno conocido como cavitación, lo cual crearía en el mar pequeñas burbujas de apenas 100 micras de diámetro y de vida muy fugaz, pero que alcanzarían una temperatura de 5.500 grados centígrados, similar a la de la superficie solar. Esto induciría un fenómeno de sonoforesis, mediante el cual se alteraría el potencial de membrana de las terminales postsinápticas de las células nerviosas. El resultado de este complejo proceso sería una serie de modificaciones, entre las que destacarían una destrucción selectiva de células, que podrían utilizarse en terapias contra el cáncer, y una aceleración en la desaparición de trombos y coágulos en la sangre.